La depresión, se caracteriza por una alteración del estado de ánimo que influye negativamente en el funcionamiento global de la persona que lo sufre. Afecta en como la persona se valora a si misma, a las otras personas y al mundo en general. No es lo mismo que un estado pasajero de tristeza, por su intensidad y duración. No es una condición de la que uno pueda liberarse de forma voluntaria.
Se trata de un trastorno que afecta de forma desigual a mujeres y a hombres, siendo la incidencia el doble en las mujeres. La sintomatología puede manifestarse de forma diferente entre las personas que sufren este trastorno.
Síntomas de la depresión
Sensación de tristeza o vacío durante la mayor parte del día.
Disminución de la capacidad para disfrutar de las actividades, con las que anteriormente se disfrutaba.
Alteración del apetito o del hambre. Puede presentarse tanto una disminución del peso y apetito como un aumento (menos frecuente).
Alteraciones del sueño. Puede presentarse tanto una disminución de las horas efectivas de sueño como un incremento (menos frecuente).
Sensación de fatiga o de falta de energía durante la mayor parte del día.
Sensación excesiva de inutilidad o de culpa.
Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse.
Pensamientos recurrentes de muerte o de suicidio.
Factores de riesgo
Los estudios relacionados con la depresión, apuntan a que no habría una única causa capaz de desencadenar el trastorno, sino que sería la interacción de diferentes factores biológicos, personales y sociales los que darían lugar a la aparición del trastorno.
Genéticos: historia familiar de trastornos afectivos.
Alteraciones del sueño.
Síndrome premenstrual.
Estatus laboral.
Personalidad previa depresiva.
Falta de apoyo social: amistades, familiares, instituciones…
Acontecimientos relacionados con el ciclo vital: Inicio de la convivencia en pareja, nacimiento hijos, entrada de los hijos en la adolescencia, independización de los hijos, jubilación…
Acontecimientos estresantes: divorcio o separación, perdida de trabajo, muerte de familiares,
Tratamiento Psicológico:
El tratamiento psicológico se basa en la premisa que las personas interpretamos de forma diferente los sucesos que nos pasan a lo largo del día. La forma de interpretarlos influye directamente en como nos sentimos.
Algunas formas de interpretar los sucesos son más adecuadas que otras, por ajustarse mejor a la realidad y por estar menos distorsionados por patrones de pensamientos negativos comunes en las personas que padecen depresión. Uno de los objetivos en la terapia, consiste en detectar este tipo de pensamientos negativos y cambiarlos por otro tipo de pensamientos más funcionales y ajustados a la realidad.